sábado, 24 de octubre de 2015

Cataratas Victoria

Procedentes de Kasane y después de visitar el Parque Nacional de Chobe, nos dirigimos por carretera a la frontera de Botswana con Zimbabwe. La salida de Botswana fue rápida, pero el puesto fronterizo de Zimbabwe nos exigió mucha más paciencia. Los trámites fronterizos duraron "exactamente" el tiempo que tardamos en negociar la confección de unas camisas "a la carta" y su entrega posterior en el Hotel. Hubo "total sincronización" entre los agentes de la frontera y el vendedor de las camisas, pero al menos pasamos el tiempo entretenidos. Estaba finalizando nuestra aventura por África y debíamos de ocuparnos de algún pequeño souvenir.
Desde la frontera y en menos de una hora, llegamos a la pequeña población "hiperturística" de Victoria Falls, y en concreto a nuestro alojamiento, el Hotel Victoria Falls, un hotel lleno de historia, de estilo victoriano y de arquitectura colonial.
Disfrutamos de su encanto, recorriendo los salones, pasillos, etc. llenos de elementos decorativos que recordaban la época gloriosa del Imperio Británico. En este lujoso hotel se han hospedado miembros de la realeza, exploradores y viajeros de todo el mundo, para disfrutar de su excepcional ubicación y de las máximas comodidades. Sin embargo, algunas habitaciones requieren una urgente actualización.
El hotel cuenta con unos cuidados jardines, donde encontrar sueltos babuinos, mangostas y facoceros, y gozar de unas inmejorables vistas en el horizonte, con el "humo de agua" que generan las cataratas Victoria o el puente metálico que cruza el río Zambeze, entre Zambia y Zimbabwe. Cenar
en su terraza, acompañados de danzas típicas o desayunar con un excelente y completo buffet, nos resultó muy agradable.
Muy cerca se encuentra la estación de tren Victoria Falls, que sólo al cerrar el Parque se anima con la gente que regresa a sus casas. Esta histórica estación se construyó a finales del siglo XIX, cuando el empresario y megalómano Cecil Rhodes, concibió e impulsó la conexión por ferrocarril de las posesiones en África del Imperio Británico, mediante una línea de norte a sur (más de 8.000 Km) que uniría El Cairo con la Ciudad del Cabo. Pero las enormes dificultades: complejidad orográfica, plagas de hormigas blancas, mosca tse-tse, hambrunas, etc. y además las guerras contra holandeses, franceses y tribus locales, retrasaron el proyecto. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, el proyecto quedó inconcluso, faltando diversos tramos en Sudán y Uganda.
Para cruzar el río Zambeze construyeron un puente de hierro, que hoy marca la frontera entre Zimbabwe y Zambia y que recorrimos a pie. En ese paso fronterizo, nos encontramos una larga fila de camiones esperando cruzar, multitud de gente y cantidad de mercancías hacinadas en la aduana. Justo en medio del puente, hay uno de los puntos más famosos del mundo, para hacer "puenting". Puedes realizar un salto en caída libre de unos 90 m hacia las turbulentas aguas del río Zambeze, que además suelen estar infectadas de cocodrilos e hipopótamos. Una experiencia muy emocionante que nosotros nos limitamos a mirar.
Una de las actividades que nos resultó muy agradable, fue realizar un crucero al atardecer por el río Zambeze. Aún teníamos muy presente, el reciente e inolvidable safari en barca por el río Chobe.Nos embarcamos y de nuevo fuimos testigos de la abundancia de fauna africana en las orillas del río: cocodrilos, familias de hipopótamos, avifauna, . . . Una maravilla de la naturaleza.!!
Pero el espectáculo que nos esperaba al atardecer fue extraordinario, un enorme sol se despedía hasta el día siguiente, teñiendo el cielo con tonalidades rojizas y reflejando su luz sobre las aguas del río Zambeze.
A la mañana siguiente, acudimos al mercado de artesanía que hay en el mismo pueblo de Victoria Falls. Predominaban artículos de madera y de piedra, regateamos y regateamos hasta colmar nuestros impulsos de compra. También compramos por 1 $USA, un billete de 1 trillón de doláres de Botswana. Circulaban como moneda legal hasta que la galopante inflación los convirtió en artículos de souvenir.


Y por fin nos dirigimos al Parque Nacional de Victoria Falls, con la intención de prolongar nuestra visita a las cataratas hasta el momento del atardecer.
Se denominan Victoria, en honor a la reina Victoria de Inglaterra y fue el explorador escocés David Livingstone (primer blanco en verlas), quién las bautizó en 1855, aunque tradicionalmente son conocidas como "Mosi oa Tunya" (El humo que truena). En 1989 la UNESCO las declaró Patrimonio de la Humanidad.

Están situadas en la frontera de Zimbabwe y Zambia, y constituyen un impresionante salto de agua del río Zambeze, que con una amplitud de 1737 m y un inmenso caudal, se desploma de repente en un estrecho y raro abismo.



La caída de las aguas desde 107 m de altura, provoca un enorme estruendo y la fuerza de la caída consigue vaporizar el agua, y formar una densa neblina que asciende desde el fondo de la sima y que por momentos en función del viento reinante, nos moja por completo en forma de lluvia.

Recorrimos, por el lado de Zimbabwe, el camino que une los diferentes miradores que se asoman al borde del precipicio y en algunos de ellos la toma de las fotos, nos supuso calarnos por completo. Las vistas son impresionantes.

Humedecidos por la fina lluvia, con origen en el agua del Zambeze, nos sentimos enormemente felices al contemplar la grandeza inmensa de la naturaleza. Siempre hemos mantenido, que cuando uno se encuentra ante tal manifestación, los humanos tenemos que quedarnos en silencio, para intentar percibir con la máxima agudeza de nuestros sentidos, esa grandeza "parlante" de la naturaleza. Para rubricar nuestra feliz experiencia, aparecieron (como no !!), numerosos y hermosos Arcos Iris.

Nuestro último mirador del recorrido era Danger Point, uno de los lugares más emblemáticos y desde donde uno siente que se puede asomar al vacío.
Desde este punto contemplamos un extraordinario atardecer, que además para nosotros representó el último de nuestro periplo por esta parte de África.

Nuestra última noche del viaje, la celebramos con una emotiva cena de despedida en el restaurante "Mama África", donde degusté un buen y rico plato de carne de cocodrilo.

Es nuestro último día de viaje y lo vamos a aprovechar a tope. Nos desplazamos en Van para tomar un helicóptero que sobrevolará las espectaculares cataratas Victoria. Un vuelo muy breve, muy caro pero totalmente recomendable. Si por tierra ya nos han causado una profunda impresión, desde el aire las vistas son excepcionalmente espectaculares y no se pueden describir con palabras . . .

Siempre hemos sentido una especial atracción por visitar las cataratas, cascadas, saltos de agua, etc. porque los consideramos uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza.
Haciendo un repaso de las cataratas que aparecen en este blog y que por supuesto hemos visitado, tenemos:

Yosemite (EEUU)
Bridalveil (Yosemite, EEUU)
Waipoo (Waimea Cañon, Hawai, EEUU)
Rainbow (Hilo, Hawai, EEUU)

Akaka (Hawai, EEUU) 
Manawaiopuna (Kauai, Hawai. EEUU) 
Wailua (Kauai, Hawai, EEUU)
McWay (California, EEUU)
Athabasca (Icefields Parkway, Canadá) 
Sunwapta (Icefields Parkway, Canadá)
Weeping Wall (Icefields Parkway, Canadá)
 
Takakkaw (PNN Yoho, Canadá)
Salto del Chorriillo (El Chalten, Argentina)
Salto Grande (PN Torres del Paine, Chile)
Saltos del Petrohué (Chile)

Emerald Falls (Dominica)
Dark View (San Vicente) 

Pagsanján (Filipinas)
. . . y las tres más populares:

Niágara (Canadá / EEUU)
Victoria (Zimbabwe / Zambia)
Iguazú (Argentina / Brasil)

También hemos visitado en Europa, todavía no incluidas en el blog, las siguientes:  
Cataratas Rhin (Schaffhausen, Suiza)
Kjosfossen (Flåm, Noruega)

Plitvice (Croacia)
Dettifoss (Islandia)
Gullfoss (islandia)

Las siete hermanas (Geiranger, Noruega)
Krimmler (Salzburgo, Austria)
y por supuesto alguna más . . .

Muchos amigos nos preguntan, cuál es la más bonita . . . la respuesta es subjetiva porque no sólo depende del "esplendor o grandeza" de la catarata, sino de la propia experiencia personal al visitarla.

En la entrada al Parque Nacional de las Cataratas Victoria, tuvimos oportunidad de leer un panel informativo, en donde se comparaban las cataratas más famosas del mundo: 
Niágara:  1.203 m de longitud, 51 m de altura y un caudal medio anual de 2.407 m3/seg.
Iguazú: 2.700 m de longitud, 82 m de altura y un caudal medio anual de 1.746 m3/seg.
Victoria: 1.737 m de longitud, 107 m de altura y un caudal medio anual de 1.100 m3/seg.
Ciertamente, se considera que la cascada más alta del mundo es el Salto del Ängel (Venezuela) con una caída total de 979 m. aunque nosotros no la hemos visitado.

Para nosotros, las cataratas más bonitas han sido sin lugar a dudas . . . Las Cataratas de Iguazú, que con sus 275 cascadas distintas, crean un entorno paisajístico único, y que además gracias a las pasarelas existentes, permite una gran aproximación a la naturaleza y una experiencia inolvidable. El año 2010, las visitamos por primera vez y quedamos profundamente impactados de su belleza, pues además en esa ocasión, según la prensa local se alcanzó un caudal de 4 millones de litros/seg. Si tenemos en cuenta que una piscina olímpica tiene una capacidad de 2,5 millones de litros, nos podemos hacer mejor idea del significado de ese caudal.
Dos años más tarde, regresamos a visitar de nuevo las Cataratas de Iguazú y la experiencia siguió siendo inolvidable. !!!

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